Una de las características que poseemos nosotros los seres humanos, afortunadamente, es lo disímiles que somos uno de otro. Tanto física, moral y espiritualmente somos distintos, cada uno con capacidades, talentos, inclinaciones y visiones distintas de la vida, esa característica nos ha colocado en una posición privilegiada con respecto a los demás seres vivos, simplemente porque hemos sabido utilizar nuestras diferentes capacidades, intelectuales y físicas, para enfrentar todas las dificultades u obstáculos traspuestos en nuestro camino logrando establecernos como sociedad (los seres humanos) dominante en el planeta. Si mirásemos el firmamento podríamos ver el sol y la luna, apreciamos lo diferentes que son y a pesar de lo desiguales, esos dos cuerpos celestes nos representan lo tan necesario e importante como lo son el día y la noche. ¿Quien no ha apreciado lo hermoso que resulta el arcoíris?, esa combinación de bellos colores erguidos en el cielo con sus “diferentes” gamas, siete en total, tan hermoso e importante que se hace alusión de él en textos bíblicos. Las combinaciones de temperatura, nubosidad, viento etc., esa combinación de “diferentes” elementos nos brinda el clima. Casi todo los elementos que conforman nuestro plano terrenal, por lo visto, difieren uno de otro, pero para que toda buena orquesta o sinfónica, las cuales por cierto poseen todo un universo de instrumentos disímiles entre sí logren ofrecernos melodías sublimes debe estar dirigido por un maestro o director de orquesta. Y así, también en la naturaleza tenemos nuestro “maestro”, algunos lo llaman Jhaveh, Jehová, Dios, o nuestro Grande Arquitecto del universo, quien es, el que con acierto aprovecha aquel sin fin de diferentes característica presentadas en los elementos que rigen a nuestra naturaleza brindándonos al final la perfección total de su creación. Así, como aquellos maestros antes mencionados, debemos actuar, aprovechando las diferencias que poseemos unos y otros aprovechando el potencial de cada uno en beneficio de la sociedad en que vivimos, no debemos actuar de manera negativa descalificando, excluyendo o juzgar simplemente porque son distintos de nosotros. En cuanto a quienes difieren de nuestras opiniones, debemos recordar que siempre existe un punto de encuentro ó un objetivo común, asimilando que tal vez los mecanismo o las rutas que lleven sean distintas lo importante es el punto de llegada o la meta final. Recordemos siempre que el estimulo de toda escuela libre pensadora, es la libertad, libertad para pensar, libertad para actuar, libertad para creer. Existen aquellos a quienes les gustan las tonalidades rojas, otros prefieren blancas, mas allá están quienes prefieren tonos verdes, los demás tal vez se inclinen por el azul… de dicha llenará la providencia a aquel ser que logre con armonía y equilibrio hacer de aquella gama de distintos colores un arcoíris que atraviese el firmamento proyectándonos hacia la armonía, la prosperidad y el progreso. A todos les deseo, Salud para seguir compartiendo la vida con familiares hermanos y amigos, Fuerza para que soportemos las cargas entre sí y Unión para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo.
Bienvenida
"Gracias por visitar este sitio, que tiene como único fin mostrarles algunas reflexiones plasmadas de la forma más equilibrada posible, para que de esa manera iniciemos la marcha en pro de una vida mejor, con mayores libertades erradicando toda sujeción que limite nuestras acciones como individuos..."
JJ Celis
lunes, 2 de febrero de 2009
En Nuestras diferencias radica nuestra Fuerza
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