El Fanatismo

Alguien dijo alguna vez “Todos los fanáticos se ahorcan unos a otros”. Sin lugar a dudas la humanidad ha conocido lo pernicioso y destructivo que resultó ser el fanatismo a lo largo de las distintas eras de su existencia. El fanatismo hacia lo religioso puede ser tan destructivo como la adhesión hacia lo supersticioso. Creer que se tiene el dominio de la verdad absoluta y apelar en determinado momento a maniobras violentas solo para convencer al contrario, ha sido la peor de las manifestaciones de fanatismo que ha sufrido el género humano a nivel mundial. Aquellos entusiasmados ciegamente por una cosa, como son los fanáticos, desde ningún punto de vista puede verse como algo benevolente o neutral, al contrario, debe observarse con detenimiento y catalogarse como algo pernicioso. La pasión exagerada o desmedida que pueda tener una o un grupo de personas hacia cualquier Elemento o Sujeto, donde la misma demostración de ese afecto enfermizo deforma la percepción no solo del entorno que le rodea si no que deforma la percepción de sí mismo, llegando incluso al punto de la negación de su propia existencia solo por defender aquel Elemento o Sujeto objeto de la pasión desmedida. El fanático grita al mundo que todos están equivocados, que la verdad se hospeda en su casa y que el resto de los individuos viven en una profunda y oscura mentira, no obstante, lo claro del fanatismo es la avidez de convicción total de quienes, en realidad, se sienten existencialmente inseguros, algunos psicólogos lo interpretan como una compensación de un sentimiento de inferioridad que niega la razón al otro. La incondicionalidad de los fanáticos llega a tal punto que pudieran en determinado momento defender su causa, sin importar los desmanes o desafueros que origine alguna acción o decisión que prorrumpa el Elemento o Sujeto del cual es fanático. Llamarse libre y vivir sometido por la subyugación abrasiva del fanatismo sea cual fuere su orientación (fanático religioso o político), sería no solo contradictorio si no insincero además, la definición de libertad y más cuando se está convencido de ella, abarca un vasto universo que incluye por supuesto, la libertad de conciencia, libertad de acción, libertad de opinión, entre otras, esto implica que ese crisol de libertades es para todos sin importar sus opiniones o inclinaciones de tipo religioso o político-partidista, debemos aceptar que todos tenemos cabida en este planeta, tan solo con tolerarnos un poco y admitir la existencia y las realidades del otro nuestro mundo sería un tanto mejor. Los individuos deben buscar, pero, sobre todo poder escoger sus propios elementos de salvación, esto para aquellos que anhelen una redención espiritual o algún tipo de perdón celestial, pero a su vez, quienes no esperen un perdón de esa naturaleza desde luego merecen un igual respeto, es decir nuestro mundo es para los religiosos y los no religiosos, para creyentes y no creyentes, para sabios y no tan sabios y con respecto a las sociedades democráticas cualquier acción que promueva su fortalecimiento indistintamente de su inclinación político partidista e ideológica siempre y cuando posea características claras debe ser bienvenida. Erradicar cualquier manifestación de fanatismo en nuestra sociedad debe ser uno de los principales objetivos que debemos plantearnos, esto no quiere decir que iniciemos una persecución perversa o quizás una cacería despiadada de individuos que podrían calificarse de fanáticos, no, porque estaríamos asumiendo una aptitud propia del fanático como lo es el de imponer una única verdad, por otro lado tomar decisiones impulsivas solo nos lleva a cometer los errores que tanto criticamos. El dialogo constante, fue, es y será una de las herramientas que le ha sido muy útil a la humanidad, eso sí, cuando se ejecuta con equilibrio y en el marco de la cordialidad, cuando ambas partes se escuchan y exista sobre todo el respeto a las ideas y planteamientos del contrario. Como tarea debemos fomentar la discusión sana e inteligente que nos permita abrir caminos no cerrarlos, que sumemos elementos a la capacidad de progreso no que le restemos y por sobre todas las cosas lograr que entiendan que todo radicalismos es pernicioso, puesto que los extremos tarde o temprano se tocan. Expliquemos de la manera más sencilla a cualquiera que luzca en sus acciones de manifestaciones de fanatismo que ni siquiera en la naturaleza existe tanta uniformidad, todo es variante todo es distinto, animales, vegetales, minerales, tan solo nos adaptamos y aceptamos lo que la naturaleza nos regala y solo cuando el fanático empiece a escuchar, es allí donde podremos decir vamos por buen camino.

Y recordemos siempre; Salud para seguir disfrutando con nuestros familiares, queridos hermanos y amigos, Fuerza para que soportemos las cargas entre si y Unión para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo

Lo Humano Como Principal Recurso

Todos sabemos el papel tan importante que cumplen las personas en cualquier sociedad del mundo para su desarrollo, todos lo sabemos, pero pareciera que no estamos totalmente convencidos de ello. Una población sin personas dejaría de ser tal, sería solo un punto geográfico en el mapa. Quienes logran que una sociedad consiga surgir venciendo todas las dificultades que se les presente para llegar a desarrollarse como entidad social son nada más y nada menos que las personas, es su gente la que lucha, la que trabaja, la que sufre y la que padece, sin importar color, sexo, profesión, religión, todos y cada uno de los individuos que conforman la sociedad tienen un inmenso valor no solo para su desarrollo visto de manera integral, sino que contribuye también para que su permanencia en el tiempo sea efectiva a lo largo de los años, si no fuese así ya estuviésemos extintos como sociedad. Cada individuo debe estar consciente del rol importante que debe realizar en la sociedad en la que vive, asumiendo tal responsabilidad reconocerá que el resto de los individuos son tan importantes como él. Debe existir una interacción entre el individuo y la sociedad y viceversa, para que así tenga lugar una verdadera y beneficiosa relación simbiótica entre el individuo y su entorno, que nos lleve a un verdadero y sistemático progreso tanto para los individuos como a la sociedad que conforman. La sociedad en su conjunto también tiene que reconocer y sobre todo estar al tanto del importante papel que juega, donde no solo tiene deberes que cumplir sino derechos que reclamar, posiciones qué tomar frente a situaciones que se deben resolver. El potencial de la sociedad como “masa” es tal que si decidiera tomar acciones frente a un artículo o producto determinado, como por ejemplo en el rubro de alimentos o de servicios del mercado nacional o extranjero etc., dichas acciones se refiere específicamente a no adquirirlo por su alto costo, esto aunque parezca increíble marcará la inclinación de la balanza a favor de la sociedad, en beneficio de la “masa” , esto se debe al simple hecho de qué quienes tienen la ultima palabra es el grueso de la población, si la población determina la no compra de algún producto por su elevado costo les aseguro amigos lectores que quienes elaboran dicho producto perderán si no tienen a quien venderle, la clave aquí radica solo en que la sociedad en general debe estar en sintonía consigo misma, estar muy claros en los objetivos que persigan, por supuesto estos objetivos deben ser claros y muy justos, otro ejemplo podría ser sí la población cree que el precio de algún servicio de transporte le han adosado un costo elevado y para nada justo, pues si la mayoría de la población no utiliza dicho servicio les aseguro que tendrán que reconsiderar los montos en los precios para la prestación de dicho servicio. Esto ya ha ocurrido en muchas sociedades de distintos países, no es nada nuevo, ha ocurrido en diferentes sociedades en que están muy claros y conscientes de la importancia que tienen como “masa”, donde saben la importancia del compañerismo puesto que algunas de ellas han pasado por el horror de una guerra o la diezmada de una epidemia etc., esas poblaciones descubrieron que el trabajo en equipo es la clave para poder hacer mas llevadera cualquier situación adversa. Es por ello que, por si no lo sabíamos, nosotros tenemos la principal riqueza que pudiera tener un país, o una región o pueblo, esa riqueza es su “gente”, ese Recurso Humano tan necesario para que cualquier institución publica o privada funcione, ese recurso humano tan necesario para que cualquier maquinaria agrícola o de cualquier otra índole pueda funcionar, ese recurso humano que nos educa en las escuelas, ese recurso humano que labora en las fabricas etc. No podemos obviar que esa misma sociedad o recurso humano necesita soluciones para sus problemas mas básicos, pero lamentablemente algunos no han podido interpretar sus requerimientos y llevar a cabo sus posibles soluciones y asi solventar sus necesidades mas imperiosas. He allí la necesidad de reconocer y hacer ver la importancia del factor humano como ente primordial para quienes desean transitar por el camino hacia un verdadero progreso integral, tenemos que tener siempre presente a Lo Humano como Principal Recurso.

Y recordemos siempre; Salud para seguir disfrutando con nuestros familiares, queridos hermanos y amigos, Fuerza para que soportemos las cargas entre si y Unión para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo.