En el transcurso de los años el hombre ha sido protagonista de una extraordinaria evolución desde el punto de vista material, alcanzando un nivel de vida sofisticado cada vez mayor, el aspecto tecnológico ha superado los limites de cualquier mente imaginativa de hace 50 o 60 años atrás. Gozamos, si se quiere de una modernidad avasallante, puesto que constantemente se construyen equipos tecnológicos que cada año “evolucionan” existiendo a su vez una tendencia casi enferma para adquirir esos equipos o herramientas ya que el adquirido el año anterior pasa a ser obsoleto el siguiente año. Con éste planteamiento no se quiere demostrar que uno u otro elemento de modernidad sea pernicioso porque esto recae directamente en la utilidad a la cual esté sujeto dicho equipo o herramienta.
Equipos de teléfonos celulares, desde donde puedes realizar llamadas en cualquier punto geográfico de manera inalámbrica, automóviles mucho mas veloces y cómodos, casas y departamentos cuya construcción se realizan de maneras mas rápidas y con una mejor distribución de sus ambientes, aviones mejor equipados y mucho mas veloces, equipos quirúrgicos y una gran variedad de medicamentos para un sin fin de enfermedades, éstos y un largo etc.
Conocemos y disfrutamos de la existencia de esa “evolución material”, pero ¿qué podríamos decir de la evolución como seres humanos u organismos vivientes?, ¿qué podríamos anotar en nuestros “haberes” en la “contabilidad” a propósito de nuestra evolución cognoscitiva o de nuestra conciencia?, ¿que tanto hemos “evolucionado” en nuestro proceder moral?, ¿que tanto hemos evolucionado con la formación y el respeto a los valores humanísticos mas simples?. No se puede alcanzar ningún nivel evolutivo si no se obtiene una notable evolución de la conciencia, respetando los derechos del resto sería una apertura positiva hacia el camino de una conciencia evolutiva o una conciencia en vías de evolución. Cumplir y hacer cumplir las mas elementales leyes y ordenanzas que poseen pueblos o ciudades residiría allí el vestigio de un buen comienzo hacía aquello que denominamos evolución humana desde el punto de vista moral o de “valores positivos”. El ser humano muchas veces confunde donde llegan sus derechos puesto que la mayoría de las veces traspasa los limites de los suyos pisoteando los derechos de otros, debemos recordar que nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás, no debemos confundir libertad con anarquía. En su afán por la conquista tecnológica el ser humano ha perdido la sensibilidad para con los suyos teniendo una actitud indolente con respecto a las necesidades y o carencias de otros, debemos luchar por una sociedad igualitaria donde todos gocen de los beneficios con igualdad. La competencia desleal y desmedida en la que incurren algunos para alcanzar sus metas profesionales, monetarias o políticas incurriendo en la descalificación y en la utilización de elementos antiéticos, cuando desde todo punto de vista debemos fomentar la fraternidad entre todos los seres humanos.
“La evolución del hombre es proporcional a su conducta con el hombre” .
Equipos de teléfonos celulares, desde donde puedes realizar llamadas en cualquier punto geográfico de manera inalámbrica, automóviles mucho mas veloces y cómodos, casas y departamentos cuya construcción se realizan de maneras mas rápidas y con una mejor distribución de sus ambientes, aviones mejor equipados y mucho mas veloces, equipos quirúrgicos y una gran variedad de medicamentos para un sin fin de enfermedades, éstos y un largo etc.
Conocemos y disfrutamos de la existencia de esa “evolución material”, pero ¿qué podríamos decir de la evolución como seres humanos u organismos vivientes?, ¿qué podríamos anotar en nuestros “haberes” en la “contabilidad” a propósito de nuestra evolución cognoscitiva o de nuestra conciencia?, ¿que tanto hemos “evolucionado” en nuestro proceder moral?, ¿que tanto hemos evolucionado con la formación y el respeto a los valores humanísticos mas simples?. No se puede alcanzar ningún nivel evolutivo si no se obtiene una notable evolución de la conciencia, respetando los derechos del resto sería una apertura positiva hacia el camino de una conciencia evolutiva o una conciencia en vías de evolución. Cumplir y hacer cumplir las mas elementales leyes y ordenanzas que poseen pueblos o ciudades residiría allí el vestigio de un buen comienzo hacía aquello que denominamos evolución humana desde el punto de vista moral o de “valores positivos”. El ser humano muchas veces confunde donde llegan sus derechos puesto que la mayoría de las veces traspasa los limites de los suyos pisoteando los derechos de otros, debemos recordar que nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás, no debemos confundir libertad con anarquía. En su afán por la conquista tecnológica el ser humano ha perdido la sensibilidad para con los suyos teniendo una actitud indolente con respecto a las necesidades y o carencias de otros, debemos luchar por una sociedad igualitaria donde todos gocen de los beneficios con igualdad. La competencia desleal y desmedida en la que incurren algunos para alcanzar sus metas profesionales, monetarias o políticas incurriendo en la descalificación y en la utilización de elementos antiéticos, cuando desde todo punto de vista debemos fomentar la fraternidad entre todos los seres humanos.
“La evolución del hombre es proporcional a su conducta con el hombre” .
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