La Preservación de la Especie O Tierra nuestra Única alternativa

Sin hacer un análisis profundo ¿Podríamos decir que nosotros los seres humanos tenemos esa capacidad de preservación tan acentuada como se observa en el resto de los seres vivos que habitan en nuestro planeta? Indudablemente con el problema del calentamiento global podemos responder con mayúsculas que NO. Es una lástima que aun con los niveles de contaminación que tenemos no hemos sido capaces de asumir de manera consciente el impacto que sufrirán las generaciones futuras por nuestra manera irresponsable e indiferente en el cuidado de éste nuestro único refugio, nuestro único hogar, nuestra única “alternativa” a centenares de años luz en el vasto universo. Y que si existiese en algún lugar del espacio sideral otro planeta que presente condiciones similares al nuestro hoy en día lo desconocemos y si existiese no podríamos usarlo como otra “alternativa” por las limitaciones que tenemos en cuanto a tecnología aeroespacial se refiere. Hemos visto desde hace ya algún tiempo instituciones nacionales y extranjeras promoviendo campañas educativas dirigidas a la preservación del ambiente pero la gran mayoría cree o piensa que eso no les afectará y han dejado “para después” extirpar de sus hábitos esa conducta contaminante tan arraigada en sus costumbres que profesan que son ya parte de su cultura e idiosincrasia y que si les prohibiesen seguir actuando de esa suerte estarían violando sus derechos, pongamos como ejemplo a cualquier ciudadano (por llamarlo de alguna manera, puesto que para llegar a ser un ciudadano a mi juicio, deberían llenarse algunos requisitos necesarios, de eso hablaremos en otra oportunidad) que se le antoje quemar basura en el patio de su vivienda, ay amigo lector que no pase por su mente querer reclamar por tan barbárica costumbre porque ese sujeto talvez pariente lejano de Nerón el tristemente celebre emperador romano, lo denuncie por pisotear sus derechos argumentando que lo que esta haciendo lo hace dentro de los limites de su casa, por otro lado están quienes no les tiembla el pulso a la hora de botar basura en cualquier parte que se les antoje y un largo etc., para no redundar en algo que ya es conocimiento de todos. ¿Que estamos esperando?, ¿que sea algo irremediable para así de una vez por todas aceptar lo que esta ocurriendo?, sabemos hasta la saciedad que otro elemento contaminante es el parque automotor, ya que éstos emplean combustibles fósiles y una vez utilizado este carburante se convierte en el destructivo monóxido de carbono que expelen los tubos de escapes de los automóviles elevándose directamente a nuestra protectora pero ya derruida capa de ozono, esto ya lo sabemos desde hace bastante tiempo, pero ¿que hemos hecho al respecto?, ¿hemos dejado de utilizar nuestros vehículos?, ¿hemos alternado la utilización de los vehículos con nuestros amigos o conocidos a la hora de ir a nuestros sitios de trabajo con el fin de reducir el numero de vehículos en nuestras calles y a la vez contaminar menos?, algunos pocos talvez estén practicando esas recomendaciones pero estoy casi seguro que la gran mayoría esta siendo indiferente con esta realidad. Por otra parte hay quienes les endosan toda la responsabilidad a los organismos gubernamentales, pero realmente no son responsables totalmente, todos y cada uno de nosotros tiene su cuota de compromiso en este hecho, de lo que si es responsable el Estado es en esa actitud egoísta al criticar de manera vehemente los llamados “Bio - Combustibles” específicamente en la utilización de etanol, para nadie es un secreto que nuestro país tiene como principal fuente energía al petróleo, pero eso no quiere decir que tengamos potestad para destruir al único hábitat posible para la raza humana y luego asistir a cumbres mundiales en pro de la conservación del planeta en una demostración de insana hipocresía ante un mundo que esta a la expectativa ante las posibles soluciones de este mal que nos aqueja globalmente, no podemos fingir ante un hecho inevitable pronto a venir como los es la no utilización de combustibles fósiles, hoy pareciera una teoría de ficción futurista pero ese futuro no esta muy lejano lamentablemente para nuestra economía puesto que no sabemos hacer otra cosa que vivir a expensas del petróleo.

La preservación de la raza humana depende inevitablemente del presente, del aquí y ahora del minuto a minuto que vivimos, si queremos que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos puedan disfrutar del mundo que conocemos, con sus ríos y lagos, con sus montañas, sus animales etc., no actuemos de manera mezquina y egoísta dejemos que otros en el futuro tengan la dicha de disfrutar un mundo mejor

Entre Hermanos

“Cuan maravilloso y hermoso es, vivir entre hermanos…”. Todos y cada uno de nosotros hemos de conocer tan hermosas palabras que dan inicio a los cánticos de las subidas al templo de Jerusalén, también llamado Salmo 133. Estas precisas y a la vez tan dotadas palabras nos expresan sin duda alguna la esencia de nuestra orden, esencia que ha sido salvia que nos ha nutrido generación tras generación reconociéndola como principio fundamental y que todo iniciado debería reconocerla como forma de vida y no como actitud transitoria. “Vivir entre hermanos”, esas tres palabras cuyo contenido nos dan un mensaje aleccionador, debemos recibirlo como el árbol adusto que esta presto a recibir el rocío de la mañana para humedecer sus hojas y sus raíces, le gratifica a su vez el árbol a la naturaleza cuando éste engalana sus hojas de radiante verdor. Pues así como los arboles debemos nosotros mostrar nuestros mejores vestidos representados en nuestros mas puros pensamientos, en la humildad de nuestras palabras y en las virtudes de nuestras acciones, todo ello en conjunto con demostraciones de afecto, de amistad, de auténtica fraternidad y sobre todo de compañerismo, puesto que compañero es aquel que nos ayuda a sobrellevar las pesadas cargas tanto físicas como morales y espirituales que a veces llevamos encima. “Vivir entre hermanos”, tres palabras que para cualquier desprevenido no sugieren sino lugar común, mas de lo mismo o la clasificaría entre frases huecas o vacías, pero sucede un efecto contrario para los verdaderos iniciados, para estos esas tres palabras son dueñas de un hálito mágico que traspasa los limites de lo físico hasta posarse en la cima mas alta de lo etéreo e impalpable, puesto que saben realmente lo importante y necesario no solo de reconocer el significado de dicha frase sino de llevarla a cabo en la practica todos y cada uno de sus días. Entre hermanos hemos de vivir para poder encontrar de manera expedita la solución de tantos problemas que vienen agobiando a nuestra sociedad socavando sus cimientos convirtiendo anti valores en decadentes estilos de vida, nuestra posición no ha sido tan activa como en otros tiempos y esto se ha convertido, en detrimento de nuestra orden, en un mal signo que debemos empezar a erradicar “dejemos de ser tan pasivos”. “Cuan maravilloso y hermoso es, vivir entre hermanos…”. Si, vivir entre hermanos, sobre todo vivir entre hermanos y en libertad, libres carentes de toda coerción ideológica, filosófica, religiosa, libres de cadenas que nos arrastren a colocarnos vestiduras de determinado color, libres de ver enemigos donde no existen, libres de casar guerras con países vecinos de tradición amistosa y de hermandad, libres de toda privación que atente contra la autodeterminación del pensamiento del individuo, libres de escuchar lo que queramos escuchar, libres para ver lo que queramos ver, libres para expresarnos y opinar, defendamos pues la libertad para ser hombres libres auténticamente. Seamos fuente de inspiración para otros y vean en nuestra manera organizada de proceder nuevas alternativas en lo conductual, en lo filosófico y en lo material, poseemos el potencial necesario para desafiar cualquier obstáculo que pudiera presentarse en nuestro camino y salir airosos al final de la jornada.
Y recordemos siempre; Salud para seguir disfrutando con nuestros familiares, queridos hermanos y amigos, Fuerza para que soportemos las cargas entre si y Unión para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo.