La fortaleza generalmente se obtiene gracias a la
constancia y ésta a su vez, es decir la constancia, tiene como madre a la
paciencia, no es por capricho que se asegura que la paciencia es una de las más
grandes virtudes que pueda poseer ser humano alguno, al ser pacientes mas
temprano que tarde podríamos lograr cualquier objetivo que nos planteemos. El
individuo que actué de forma paciente en ninguno de sus actos se avizorará
tendencias mezquinas, ruines o egoísta, puesto qué, no actuará de manera
impulsiva en la ejecución de alguna acción. La base esencial para lograr la
firmeza o fortaleza de una estructura ya sea de orden social, normativa o
individual, esencialmente radica en la carencia de actitudes egoístas, es decir
nuestra actuación en todos y cada uno de los ámbitos en los cuales nos
desenvolvemos debe ser sin fines egoístas o personales, sino con el único fin
de que lo que realicemos nos sobreviva en el tiempo y al final de la jornada
esa acción se convierta para beneficio de todos en una institución. Si
tuviésemos como fundamento esencial esa visión o que adquiriésemos en determinado
momento una verdadera Conciencia Institucional, miraríamos
desde un punto de vista positivo a nuestro país como una gran institución y que
todas nuestras acciones ya sean en el ámbito político, económico, social, etc.,
se realicen para que nuestra nación nos sobreviva y perdure en el tiempo, ser
garantes de que las decisiones que se tomen se hagan no solo para los que
habitan nuestro país en el presente sino también para aquellos que lo habiten
en el futuro, es decir, nuestros hijos y
los hijos de nuestros hijos y los hijos de éstos y así sucesivamente, sin
egoísmo o mezquindad alguna esa seria la verdadera visión optimista y de
respeto para nuestro país. Pero solo se logra todo esto cambiando nuestro forma
de pensar y nuestro pensar actualmente, es el de tomar todo para sí, no dejarle
nada a nadie, nadie tiene oportunidad, solo nosotros la merecemos y así vivimos
en una eterna y maléfica conducta egoísta, no tenemos la capacidad de ver a
nuestra nación como una institución talvez y sin temor a equivocarme mas son la
veces que la miramos con apatía. Todos o la mayoría de nosotros oteamos tal vez
sin saberlo, a nuestras familias como una institución, de gran importancia
además, realizamos nuestras acciones lo mejor posible para que ella funcione,
es decir para que nuestra familia
funcione como debe ser y queremos que funcione estemos presentes o no,
pero sobre todo deseamos que nos sobrevivan y perduren en el tiempo cada uno de
los miembros que la conforman, nuestras costumbres y los valores que infundimos,
pues mas o menos ese es el sentido real que debemos tener frente al concepto de
institución, pero mas que un concepto debemos verlo como una conducta
individual, para que luego logre convertirse en una conducta colectiva, esa es la gran labor por realizar. Las instituciones desde el punto de vista
conceptual en dicho sentido trascienden las voluntades individuales al
identificarse con la imposición de un propósito en teoría considerado como un
bien social o colectivo.
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