En cualquier momento de nuestras vidas una vez vivido el acto o proceso iniciático la cual nos permitió la entrada a la Institución Masónica, pudo alguien en determinado momento preguntarnos qué doctrina, tendencia teológica o religión profesamos, generalmente la respuesta que damos es “Soy Masón”, podemos ser católicos, protestantes, musulmanes, budista, evangélicos, etc., pero siempre terminamos afirmando que somos masones, sin importar que cuando nos pregunten ¿qué es eso? no tengamos una respuesta acertada sobre lo que es realmente la masonería, es fácil decir Soy Masón, y no recuerdo ni siquiera la ultima tenida a la cual asistí, Soy Masón, pero no visito a mis QQ.: HH.: cuando están enfermos, pero si soy puntual a las tenidas de banquete, Soy Masón, y recuerdo a mis queridos hermanos solo cuando estoy en problemas, Soy Masón, y voy cada semana a la tenida sin importarme ni como ni quien mantiene el templo en condiciones idóneas, Soy Masón, a pesar de que juré de que voy aceptar la decisión de la mayoría yo siempre voy apelar una decisión contraria a la mia, porque son ellos los equivocados no yo, Soy Masón, no importa la responsabilidad que acepté asumir una vez iniciado, pero yo voy a la tenida cuando me provoque o mejor aun cuando este fastidiado en mi casa. Soy masón, pero en ningún momento a los qq.: hh.: aprendices o comp.: les he impartido ninguna enseñanza, pero, sí los tomo en cuenta a la hora de intrigar o desacreditar a un Q.: H.:,
Ya con esto podemos ver lo fácil que es decir Soy Masón lo difícil Queridos Hermanos es demostrarlo y lo primordial para ello es creer fervientemente en la masonería. Para ser un verdadero iniciado y a su vez un buen Masón es necesario asimilar que la masonería es un sistema de vida donde debe prevalecer la armonía y el equilibrio de la mente y el cuerpo, debe existir también la armonía y el equilibrio en el tiempo que se le dedique a la familia, al trabajo y por supuesto a la Orden, en esto hay que ser muy equitativo.
La masonería necesita de individuos aptos para el trabajo práctico e intelectual, decididos a la hora de resolver cualquier eventualidad, entregados en la medida de las posibilidades al bienestar de la orden, necesitamos hombres carentes de todo vestigio de apatía con los signos que abaten y corroen el orden no solo de nuestra institución sino de la sociedad en general, que defiendan los valores que nos han convertido en una de las sociedades más extendidas en el mundo y que nos fijemos como meta todos y cada uno de sus miembros de convertirnos en forjadores del camino que llevará a la masonería a perdurar en el tiempo y que sin sentimientos mezquinos hacer una labor con el solo interés de que ella nos sobreviva y que las generaciones futuras agradezcan en sus plegarias el legado que le hemos dejado, de ser en verdad una sólida Institución Masónica.
Y recordemos siempre; Salud para seguir disfrutando con nuestros familiares, queridos hermanos y amigos, Fuerza para que soportemos las cargas entre si y Unión para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo.
13 abril 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario