Útopia

¿Cuantas veces hemos sucumbido ante la tentación de perder el tiempo en acciones o discusiones realmente poco productivas, con o sin intensión? , cada uno de nosotros tendrá su respuesta particular. Pero el tiempo a pesar de que es relativo no deja de ser importante para todo ser humano, sobre todo por lo efímero que suele ser para nosotros si lo comparamos con la edad de la Tierra, nuestro planeta posee miles de millones de años de antigüedad. Un individuo cualquiera, al dejar la niñez llegara a la adolescencia y luego será un hombre o mujer joven o joven adulto, entre veinte y veinticinco años, hasta la edad promedio de vida que en nuestro país suele ser entre setenta u ochenta años, es decir unos treinta o cincuenta años de vida útil realmente, pero a pesar de que exagero es solo un instante comparado con la edad de la tierra, es tan solo un “pírrico” segundo, aunque suene crudo, esa es nuestra realidad. Si pensáramos lo corto que es nuestra estadía por la tierra seguro dedicaríamos menos tiempo a lo poco productivo, dedicaríamos más tiempo a los problemas que realmente nos embargan. Solo en nuestro país tenemos centenares de dificultades, citemos algunas solamente; embarazo precoz (niñas entre diez y quince años embarazadas) esto es grave; inseguridad (centenas de muertos fines de semana y hurtos o secuestros entre otros) esto también es grave; sobreviene una crisis económica desastrosa que nos afectara a todos, nos habían dicho que no nos afectaría, nos mintieron, eso es peor ; perdida de valores morales, sociales y culturales y nadie se percata que esto esta ocurriendo, hombres pintándose el cabello, zarcillos en sus orejas música que no nos pertenece, drogas en las calles etc.; el clima se esta deteriorando y creemos que eso no nos afectará pues nos esta afectando y mucho, si no es así ¿por qué existe tanta escases de agua?, el calor inclemente y sofocante que no provoca salir a las calles, esa son algunas de las característica del problema climático.
Persigo con esto solo que reflexionemos un poco sobre las cosas que hacemos y aquellas cosas que decimos, es importante que “hagamos” pero ese “hagamos” debe estar supeditado por lo que “decimos”, pues si no planificamos de antemano lo que vamos a ejecutar difícilmente saldríamos airosos en ese proyecto, debemos planificar y primeramente se planifica con el verbo, con “la palabra”, con el decir, con la “charla inteligente”, con la discusión provechosa, con el discernimiento y desde mi humilde punto de vista ese es el paraje primitivo para cualquier proyecto “la palabra” oral o escrita, pero siempre y cuando sea bien esgrimida, con ideas concisas y de claridad sin dudas, obteniendo así el mejor beneficio en el efecto final. Cuantos de nosotros podríamos tener excelentes ideas progresistas, grandes proyectos humanísticos, tesis socioeconómicas que resulten provechosas etc., etc., pero que se quedan allí en la mente del individuo porque simplemente no tuvo la oportunidad de exteriorizarlas o no quiso hacerlo porque tenia cosas “mas importantes que hacer”, pues bien, para aquellos que tienen grandes ideas y no saben como utilizarlas les recomiendo de antemano que las exterioricen, platicando de forma oral o escrita con familiares o amigos.
Para finalizar, la verdadera intensión con estas cortas palabras es que tenemos el potencial para afrontar los problemas y sus posibles soluciones, simplemente debemos “activarnos” puesto que estamos en un insano letargo que hemos heredado años tras años. Cuando se le haga saber al vulgo que todos absolutamente todos podemos y debemos ser libres, tanto en nuestro pensar como en nuestro actuar (acatando las leyes que nos rigen por supuesto), descubrirán que existe otra forma de libertad, puesto que a pesar de que vivimos en una sociedad libre y democrática nos están obligando a vestirnos de un color, a pensar con una ideología en particular, a votar por fulanos o zutanos todo esto con la amenaza de perder el empleo a los que lo tienen y al que aspira a tener uno también pasa por ese mismo viacrucis, entran en ese mismo grupo con las mismas premisas quienes aspiran un crédito agrícola o de otra índole, en pocas palabras se aprovechan de la necesidad de las personas, estos son algunos de los temas que deberíamos tratar todos los que nos consideramos libre pensadores, los que respetamos la integridad física e intelectual de cada individuo, los que no practicamos la coerción política o religiosa en ningún ser humano, los que sabemos que a nuestro país le corresponde otra suerte y en fin a todos aquellos que tienen el sueño de ver otro tipo de sociedad mas igualitaria y aun mas justa, para aquellos que saben que esto algún día dejara de ser una utopía.