La especie humana donde desde
aquel lejano instante en que logró aparecer en esta comarca cuyo nombre la
define como "Planeta Tierra", descubrió luego, que solo trabajando en
equipo lograrían superar los obstáculos mas elementales que en aquellos tiempos
se presentaban, como ejemplo podemos citar el de protegerse de los elementos
qué tenían lugar en aquel primitivo tiempo, (la lluvia arrasante, el intenso frío, el
abrasador calor, etc.) y resguardarse de animales predadores, entre otros, pero
esto duro solamente hasta que descubrieron que no solo podían apelar a una
actitud defensiva, ante aquellos elementos, podían también en determinados
momentos apelar a una total y decidida actitud ofensiva. Luego de asumir esta
total y decidida actitud ofensiva fueron mejorando sus métodos y sus
aplicaciones logrando así los objetivos qué de manera intrínseca se
propusieron, de allí en adelante sobrevino para la especie humana una evolución
y un progreso evidente pero a su vez, como yuxtaposición... dañino. Dañino
puesto qué, enseñorearse ante el resto de los seres vivos, por su evolución no
lo hace el total y único dueño del planeta. Creyéndose la especie humana que es
la única dueña del planeta ha cometido desmanes y reiterativos errores que
tarde o temprano pasará factura y cobrará, en éste caso la madre naturaleza
cobrará con creses, como el ruin usurero que pide elevados intereses a su
prestito. Como podemos ver no hemos sido la mejor de las sociedades en lo
referente a nuestra naturaleza, o el ambiente que nos rodea, mirando de soslayo
todo lo que tiene que ver con proteger nuestra ecología y pretender
irresponsablemente que las generaciones futuras se encarguen de ello.
Muy evidente suele ser el
desprecio entre la especie humana por quienes difieren de sus inclinaciones,
étnico religiosas, políticas y de estrato social, todas ellas han sido en mayor
o menor medida motivos de guerra o de sentimientos interpuestos, entre
países, pueblos y ciudades, etc. La
especie humana entre sí, se ha inclinado a marcar como con un candente hierro,
forjado en las más candentes cavernas infernales, las diferencias que suelen
tener con respecto a opiniones, maneras de pensar o de llevar a cabo las cosas,
y no apostar por las coincidencias que pudieran tener unos y otros. Se afanan o
se desviven por descalificar impulsivamente todo lo que desconozcan, sean de
opinión contraria o no llenen sus expectativas particulares, ya sean económicas,
políticas o de cualquier otra índole de tipo material. Se han inclinado ha
posturas partidista dentro de los procesos educativos donde todos sabemos que
el aparato educativo debe ser dirigido por hombres de ciencia dedicados a
impartir una educación evolutiva dirigido en todos sus ángulos al camino del
perfeccionamiento, al progreso e iluminar a los hombres y mujeres que se
encuentran inmersos en ese proceso educativo, haciéndolos descubrir sobre la
marcha que en sus propias manos esta el lograr las mejoras y llevar a niveles etéreos una verdadera condición humana, en definitiva
luchemos con nuestras ideas u opiniones para que en las instituciones educativas
predominen hombres de ciencia y no hombres de política partidista, despolitizar
nuestra sociedad desde todo punto de vista debe ser la principal tarea que debemos
plantearnos si queremos de verdad que seamos la sociedad ideal.
Dicen los entendidos que una
sociedad marcará su nivel de progreso o evolución por el nivel de vida y
seguridad en sus recintos carcelarios, si esto es cierto no necesitamos
preguntar en qué tipo de sociedad vivimos
y por ende que tipo de sociedad somos, porque sabemos en que condiciones
se encuentran nuestros recintos carcelarios… infrahumano, ese es el
nombre del nivel que tienen nuestras cárceles y si no entienden esa palabra
tenemos dos sinónimos que podemos asignarle, mísero, o sórdido… sin
comentarios.
La institución Masónica
antes y desde la publicación de sus límites, linderos mejor conocidos como
Landmarks, ya se lograba concebir como un ensayo de lo que podría denominarse la Sociedad
Ideal, se concibió como una colectividad de hombres inclinados al
progreso y al avance físico e intelectual, donde reinaba el concepto practico
de lo que es la fraternidad, puesto que
debían resguardarse unos y otros de todos aquellos que los perseguían y
detractaban, exigían a sus miembros en aquellos tiempos el único vinculo que
hacían realidad los objetivos que tenían como cofradía, ese vinculo era el
compromiso ético y moral en todos sus miembros sin éste, difícilmente un
sociedad de individuos logrará cualquier meta. Hoy día podemos decir que aun
solemos ser un ensayo de lo que podría denominarse la Sociedad Ideal, una
sociedad tolerante ante la diversidad étnico religiosa o político partidista de
sus miembros, sin caer en temas relacionados con religiosidad o política se ha
llevado a cabo la convivencia armónica entre sus miembros, el equilibrio como
instrumento fundamental a la hora de emitir opiniones ha sido fundamental
características de sus adeptos, el respeto ecuánime de las leyes civiles y
masónicas ha llevado a sus miembros a ser hombres de un rasgo conductual
ecuánime. La institución Masónica como ente de enseñanza procura con su
iconografía simbólica a la interpretación genérica de su significado sin
menoscabar la interpretación individual que pudiera tener lugar en cada uno de
sus miembros, esto conlleva al iniciado a un ejercicio cognoscitivo de gran
valía, puesto que nos permite tener y presentar nuestras propias ideas y
planteamientos llevándolos reiterativamente a un constante aprendizaje de los
fenómenos de la naturaleza, de la vida y de la muerte. Apegados a la
importancia del equilibrio saben sus adeptos que sin equilibrio la balanza de
la justicia se quebrantaría y sin ella ningún tipo de Libertad reinaría, puesto
que sin justicia no hay libertad y sin libertad no hay justicia una perenne y
cíclica simbiosis, necesaria en toda sociedad que se considere desarrollada.
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