
Si efectivamente allí moraba Dios literalmente hablando, por lo pronto no lo sabemos, lo que si debemos entender es que debió reinar una paz y una armonía tan sobrecogedora que cualquier persona dentro de aquel recinto debió sentir algún tipo de Presencia Divina y quizás saldría de allí convencido de la presencia de Jehová en aquel recinto ya comprobado por él como verdaderamente sagrado. Lo que esa persona de la era temprana del judaísmo no sabía era que aquella paz y aquella armonía quienes la endosaban eran los moradores del templo, es decir sacerdotes y escribas, estos debían tener una fuerte conexión espiritual con todo aquello que representaba su Deidad incluyendo aquel Templo y sus implementos sagrados. Pues sí, hemos de saber que impregnamos de lo que emanamos. Si emanamos desasosiego impregnaremos desasosiego, si emanamos odio impregnaremos nuestro rededor con odio, etc., etc.
Así debemos entender que
ocurre de la misma manera en nuestros Templos, así dicho en plural, pues estos
son: El Templo Interior (nuestro Yo interno) y el Templo material, recinto
sagrado de nuestras reuniones llamadas Tenidas.
Para fortalecer las bases en la cuales reposará la estructura de nuestro Templo Interior la esencial y primigenia obra que hemos de iniciar, es la reconciliación con nosotros mismos, es decir aceptar lo que somos, eso representa reconocer nuestro alcance y sobre todo nuestras limitaciones, cuyo único fin es saber hasta dónde podemos llegar, luego de esa reconciliación propia, vendrá la tarea de reconciliarnos con el resto mundo, significa esto aceptar también a nuestros prójimos con sus alcances y limitaciones. Se preguntaran porque empezar con nuestras limitaciones y la de los demás, la respuesta es simple, debemos descubrir hasta donde podemos llegar para saber dónde rectificar y como mejorar y así poder descubrir nuestro potencial y el de los demás, la clave primordial es el potencial, las metas que podríamos alcanzar si nos lo proponemos serian inimaginables.
Luego de superar aquellas
limitaciones, (por supuesto no se logra
tan solo con un chasquido de los dedos, necesariamente debe existir un
verdadero compromiso de cambio en nuestra actitud y mucha elevación espiritual),
entraremos en un nivel algo superior, un poco de mas envergadura en lo
referente a la conexión en sí misma, es decir ya estaremos en un conocimiento
si se quiere básico de cómo hacer
conexión con los seres y las cosas que embargan algún interés en nosotros y
actuar en consecuencia por supuesto en forma positiva.
Dudar de esa conexión, es
dudar de la masonería en sí misma, donde su principal acepción cuando se quiere
representar su significado conceptual que dice qué: “La Masonería, es el estudio
de la ciencia (lo tangible) y la
práctica de las virtudes (lo intangible)”,
la ciencia es lo que se puede comprobar con los hechos o por medio del Método Científico,
es decir Observar (ver), realizar una Hipótesis de lo visto (interpretar), Experimentar, realizar
pruebas de aquella interpretación, luego de mucho experimentar se debe Teorizar,
según los resultados de aquellas pruebas previas esta teoría pudiera eventualmente convertirse
en una Ley.
El otro componente de la masonería en su acepción, “La práctica de las virtudes: Una virtud es una "disposición constante del alma para las acciones conformes a la ley moral". La virtud se opone al vicio, y tiene una gran importancia para la vida ética. Pero eminentemente todo ello es intangible puesto que la Templanza, la Prudencia, la Fortaleza y la Justicia, que son virtudes cardinales y por demás de importancia capital para el hombre, ninguna de ellas se puede palpar o comprobar con el método científico, además de hacer hincapié en que su habitáculo natural es nuestra “Alma” y su lindero prevalece dentro de la “Ley Moral”, también conocemos lo intangible de todo aquello que abarca lo Moral. Pero esta allí de manera importante en la acepción de lo que es la masonería, pudiéramos intuir que la masonería nos expresa la importancia de lo físico y lo metafísico en nuestro acontecer diario.

La primera tarea luego de ir
avanzando en la carrera masónica es precisamente la última frase del penúltimo
párrafo de esta plancha y Perdure en el Tiempo, y eso
debería ser la primigenia y tal vez única labor de importancia critica de esa
colmena llamada Logia, es decir nosotros como miembros activos de una Resp.:
Log.: o Taller debemos estar atentos de que nuestra labor siempre tenga como norte u objetivo
primordial el de Perdurar en el Tiempo,
es decir que todo lo que hagamos o las perspectivas que soñemos para la Logia y
por ende la Masonería sean en función de que ellas, es decir las logias
perduren en el tiempo y nos sobrevivan, mientras ese sea nuestro objetivo
principal todo lo demás vendrá por añadidura y esto primordialmente deben
recordarlo nuestro queridos Hermanos Aprendices quienes eventualmente pierden
el norte fácilmente al escuchar opiniones discordantes salidas de voces de QQ.:
HH.: Maest.: con verdadera poca experiencia logial en su trayectoria masónica y
esto lo que trae consigo es confusión en aquellos aprendices que suelen
escucharlos, luego vienen con ciertos reclamos cuyo único planteamiento es que han recibido poca instrucción a nivel
masónico. Generalmente eso tiene una explicación, esto se debe a que no han
hecho verdadera conexión con la Masonería, ni con sus Maestros mucho menos con el Templo, no han
asimilado aun esos aprendices y aquellos Maestros que fungen como “consejeros”
de que debemos trabajar en función del taller no que el taller marche
en función nuestra, por ultimo no aprenderán nada a distancia se debe asistir
siempre a las tenidas a las cuales nos convocan, de otra manera lo único que podríamos
llegar a ser será masones de botella o masones de redes sociales y ese si sería
un triste final.
Y recordemos siempre; Salud para seguir disfrutando con nuestros familiares, queridos
hermanos y amigos, Fuerza para que
soportemos las cargas entre si y Unión
para dejar de ser tantos y convertirnos en uno solo.